lunes, enero 11, 2010

EN LO QUE LLEVAMOS DE AÑO AGRÍCOLA HA LLOVIDO 250 LITROS POR METRO CUADRADO EN SANLÚCAR DE BARRAMEDA

DESDE QUE COMENZÓ ENERO SE HAN CONTABILIZADO 96 LITROS POR METRO CUADRADO

Este año agrícola-recordemos que empieza el 1 de Septiembre- se llevan contabilizados 250 litros por metro cuadrado. Con estos resultados nos vamos acercando a un año de los de antes en los que el promedio de lluvia era incluso de mayor cantidad.


Sólo citar que los años agrícolas de 1936 se llegaron en Sanlúcar de Barrameda a los 1.521 litros, ó a los 868 litros de 1.962; 1.108 en 1.963; y si nos vamos a la media de los años 50 o 60 ronda los 600 litros. Gracias al Rancho de la Merced de Jerez, uno de los Institutos que atesora más datos pluviométricos de Europa, con más de 100 años contabilizando el agua caída en la comarca, podemos hacer ciertas comparativas. De cualquier modo, gracias a la profesionalidad de mi gran maestro Isidro García del Barrio, y a otras tantas personas, entre las que quiero destacar a Manuel Galán Núñez, ambos fallecidos ya, se ha podido recopilar una gran cantidad de información relacionada con la meteorología y para entender el Clima Meditarráneo de nuestra zona de Sanlúcar de Barrameda.

Aquí principalmente son los meses otoñales los que normalmente concentran una mayor pluviometría, por lo que no es nada extraño que en el pasado mes de Diciembre lloviese tanto. Concretamente el mes de Diciembre del año 1.996, cayeron 489,5 litros, siendo de todos los diciembres el año que más lluvia concentró en todo el siglo XX y lo que llevamos del XXI en Sanlúcar de Barrameda. Los meses más lluviosos en nuestra comarca por este orden son: Noviembre, Diciembre, Octubre, Enero y Marzo.

De todos modos el año agrícola no ha finalizado aún. Hay que hacer también las siguientes observaciones para los catastrofistas. Si bien es cierto que el Clima tiene indicios de que está evolucionando hacia un cambio generalizado en el Planeta, no se puede determinar que estas lluvias sean el Apocalipsis. Las razones de la sensación de catastrofismo, y de los auténticos dramas que se viven en la Península con temporales, inundaciones y riadas que invaden viviendas, comercios, se debe a que las salidas naturales que tuvieron siempre las aguas de lluvias se han obstaculizado, se han intentado canalizar e incluso me atrevo a utilizar el término domesticar, pero cuando el agua cae del cielo no entiende de casas y ciudadanos, por lo que se lleva todo por delante. Y la posibilidad del acceso a la información de hoy facilita el ver cómo las nevadas y lluvias torrenciales puede paralizar a veces un país, cosa que antes no se tenían noticias o no se podía observar incluso en directo, aunque evidentemente también se sucedían grandes riadas y temporales de hasta un mes y hasta tres completos.

Manuel J. Márquez Moy

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