martes, junio 21, 2011

¿FELIPE GONZÁLEZ TIENE PRISA CON EL OLEODUCTO DE BALBOA-DOÑANA?

Recogida de bidones con chapapote en las playas de Doñana
en 2.009
Felipe González acelera el plan para proteger Doñana de vertidos de crudo

Las 5.000 toneladas de chapapote que llegaron a la costa en 2009 desvelaron graves problemas de coordinación • El texto cree que hay riesgo alto de accidentes de petroleros • El Polo y las minas, obviados


La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía presentó ayer al grupo de trabajo de la Comisión de Biodiversidad del Consejo de Participación de Doñana el plan de autoprotección diseñado para hacer frente a accidentes de hidrocarburo en las costas de Doñana, según informa Rafael Moreno para Huelva Información. 

El Consejo de Europa advirtió en su último informe a las autoridades del Parque Nacional de Doñana la necesidad de contar con un plan de emergencias que hiciera frente a este tipo de accidentes para volver a conceder a la Reserva los máximos galardones de reconocimiento medioambiental.
Doñana vivió un momento muy delicado en el verano de 2009, cuando un fallo en la tubería de la refinería de Cepsa en Huelva provocó el vertido de unas 5.000 toneladas de crudo que llegaron a afectar a las costas de Doñana.



El accidente hizo saltar todas las alarmas y desveló las graves carencias en coordinación de emergencias existentes, al no contar la Reserva con un plan de estas características. Aquel siniestro sirvió para que las autoridades andaluzas aceleraran el diseño del plan que verá la luz el próximo 1 de julio, cuando se reúna, bajo la presidencia de Felipe González el Consejo de Participación.



El plan se presenta cuando está pendiente de aprobación la Declaración de Impacto Ambiental de la Refinería Balboa en Extremadura y la posterior realización de un oleoducto de 200 kilómetros de longitud que unirá Los Santos de Maimona con el Puerto de Huelva. Este proyecto provocará que más de un centenar de petroleros recalen cada año en las aguas litorales de la Reserva de la Biosfera.



El anterior presidente del Consejo, el biólogo y Premio Príncipe de Asturias, Ginés Morata, fue defenestrado del organismo por la Junta al pronunciarse en contra del macroproyecto petrolero y se designó en su lugar Felipe González, más proclive a planteamientos energéticos.



Desde la llegada de González al Consejo se ha acelerado el diseño y redacción del plan de emergencia, que de momento deja fuera accidentes mineros y se centra en siniestros que pueden ser provocados por petroleros y descargas de crudo en la monoboya. Para las organizaciones ecologistas es necesario que el mapa de riesgos incluya posibles vertidos tóxicos procedentes de industrias mineras, transportes de mercancías tóxicas que transportan los barcos por el río Guadalquivir, fugas de gas natural o cloro líquido procedentes de las instalaciones del Polo Químico de Huelva.

Una de las principales características del documento es que establece una estructura organizativa, una dirección de operaciones, grupos de acción y seguimiento con capacidad y autonomía para abordar un vertido de crudo que se considera altamente probable no solo en las costas de Huelva sino en la zona litoral de Doñana, sobre todo en la desembocadura del Guadalquivir y aledaños de Mazagón y Matalascañas.

Una de las conclusiones del documento es que el entorno de la monoboya de Refinería es la zona con más riesgo de arribada de un vertido de petróleo, probabilidad que disminuye en dirección a la provincia de Sevilla y es calificada de baja a lo largo de todo el cauce del río Guadalquivir.

El daño alcanzaría valores máximos a lo largo del margen del Guadalquivir, zonas de playas con dunas y en el tramo final de la margen izquierda del río. Según el plan, estas zonas tendrían mayor problemática en caso de afección, bien por su elevado valor intrínseco o por la dificultad de limpieza y recuperación de su medio físico y biótico tras el vertido .

El plan establece los órganos de dirección, coordinación y operaciones y prevé un marco de asesoramiento técnico-científico aplicado a las actuaciones en relación a la lucha contra la emergencia. También prevé la participación de colectivos que pueden contribuir en la mitigación de los efectos y garantiza la integración del documento en el marco del Plan Territorial de Emergencias de Andalucía y en el Plan de Emergencia ante el riesgo (alto) de contaminación del litoral en Andalucía.

Esta estructura organizativa fue la que se echó de menos en el vertido de hace dos años, cuando operarios de la empresa causante del vertido, personal de Medio Ambiente, del Ministerio y voluntarios carecieron de una dirección unificada que fue denunciada por los ecologistas en la primera reunión del Consejo de Participación celebrada tras el vertido. Tampoco se le dio cauce a las preguntas sobre cuánto costó el dispositivo de emergencias y quién pagó y cuánto costaron los daños medioambientales causados por el vertido de crudo.

Según el documento presentado en la Comisión de Biodiversidad, la dirección del plan corresponde al director del Espacio Natural, Juan Carlos Rubio, o la persona en quien delegue previamente o en el momento en que se produzca la emergencia.

El máximo responsable del despliegue declarará la activación del plan de autoprotección y coordinará la aplicación de las medidas de prevención y protección del espacio, así como determinará la información que se suministre a la población en relación a la emergencia declarada y sobre las medidas de protección a tomar.

Para asistir a la dirección del plan se establece un comité asesor formado por los titulares de las delegaciones provinciales de Medio Ambiente de Cádiz, Huelva y Sevilla, el responsable de la Red de Espacios Protegidos de Andalucía, el titular del Servicio de Protección Ambiental y otros departamentos que se estimen oportunos.

El plan exige la catalogación de los medios necesarios para afrontar una hipotética emergencia e identifica los medios disponibles para hacer frente al vertido. La mayoría de los medios se movilizarán a través de la Dirección Provincial de Medio Ambiente.

Una de las principales lagunas que presenta el documento entregado a la Comisión de Biodiversidad es de carácter presupuestario, al no concretar y evaluar el coste de los procedimientos necesarios para su mantenimiento.

Rafael Moreno-Huelva/Redacción "La Aventura Humana





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